Una fiesta se vivió en el estadio mundialista de Rosario, donde las Leonas volvieron a escribir otro capítulo heroico en su historia y se metieron en la final de un Mundial. Si había que apostar por una definición, los nombres eran claros: Argentina y Holanda. El equipo nacional venció 2-1 a Alemania, con un nuevo grito de Luciana Aymar y otro de Charito Lucchetti, y ahora el seleccionado se enfrentará a las campeonas del mundo para agregarle otra página dorada a su leyenda.
Fue una nueva comunión con un público que no paró de ovacionar a las Leonas. El aliento fue desde el comienzo hasta el final, y el público colmó una vez más las 12 mil localidades del estadio, que acunó a sus ídolas, que respondieron con una nueva victoria.
La explosión más grande se dio cuando Lucha Aymar volvió a dibujar dentro del área y con un fuerte tiro, casi desde el piso, rompió el muro alemán. El grito de gol sonó en todos los rincones y la multitud se volvió a rendir a los pies de la rosarina que, una vez más, brilló vistiendo los colores celeste y blanco.
La explosión más grande se dio cuando Lucha Aymar volvió a dibujar dentro del área y con un fuerte tiro, casi desde el piso, rompió el muro alemán. El grito de gol sonó en todos los rincones y la multitud se volvió a rendir a los pies de la rosarina que, una vez más, brilló vistiendo los colores celeste y blanco.
El público desde temprano empezó a mostrar su afecto por las Leonas. Calentó los motores con la semifinal entre Holanda e Inglaterra, en un claro respaldo a las inglesas. Pero cuando el reloj marcaba las 18.46 el equipo argentinos salió a hacer la entrada en calor y se desplegaron las banderas y el estadio se tiño de celeste y blanco. Aplausos cuando la voz del estadio anunciaba los nombres, ovación en el himno, y hasta se dieron el lujo de cantarle el feliz cumpleaños a Carla Rebecchi, quien los festejó dos días atrás.
Rosario Lucchetti volvió a hacer explotar el estadio cuando a siete minutos del final empujó la pelota tras una gran jugada de Sole García. El silencio se escuchó por unos segundos tras la definición Stöcker, pero el festejo final se ahogó esos últimos minutos de tensión que se vivieron. El descuento alemán fue a tres minutos del cierreEl partido se dio al ritmo que propusieron las Leonas. Luciana Aymar comandó el ataque argentino, que volvió a tener una sólida defensa. Enfrente no brilló Natasha Keller, la figura del equipo alemán, muy bien controlada por el triángulo defensivo que propuso el técnico argentino. Algo para mejorar de cara a la final, la poca efectividad en los córner cortos. Hoy tuvieron cinco oportunidades y no las aprovecharon, aunque es algo que no preocupe a Retegui, que siempre apoyó a las ejecutantes argentinas, sobre todo a Noel Barrionuevo.
A las Leonas les queda un solo paso para dar. Será el sábado, a las 19.30, cuando se enfrenten a Holanda y disputen el título del mundo. Las de naranja quieren repetir el título de hace cuatro años, la Argentina consagrarse en el jardín de la casa de Lucha Aymar.
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